Monday, September 28, 2015

Hortraveling! s01e06 "cocinanding, comiending and chuping the dedos!"


el clásico hamburger, pero casero: mucho% del huerto, 100% excepcional!
Previously on Hortraveling

"Con Hortraveling, aprendemos por ensayo-error. Cada problema es una oportunidad. Nada vuelve a ocurrir dos veces igual. Y no obstante, todo se repite una y otra vez. El huerto es zen, el zen es huerto. El dejar hacer y el no hacer son tentaciones llenas de promesas, una vez asumido que no puedes eliminar el Oxalis. Él siempre gana su pequeña guerra personal del odio al vacío. Entonces, descubres que a pesar de su invasión, todo sigue igual (o no igual, pero que más da ya que es así: es lo que hay...) Vale! Ya está bien con la sopa mística! Para volver a lo terrestre, terminaremos con esto: lo más agradable de (man)tener un huerto, es llegar a casa un sábado por la noche y encontrarte la nevera vacía. Mientras calientas agua, sales al huerto, apartas la mala hierba y vas pillando lo que hay por allí. Lo mezclas todo, crudo o salteado, un poco de sal gruesa y aceite de oliva y ¡a disfrutar! Es la versión gran lujo de la pizza congelada o del kebab de los domingos."


Si en agosto estuvimos poco por casa (y menos por el huerto), la cosa se hizo solita y la cosecha se hizo pletórica (comiendo natural, casero y rico cada vez que pasábamos por aquí), en septiembre fue igual... pero más! O sea, a ver: menos por casa aún, más de hacerse solita la cosa y más de hacerse pletórica la cosecha... El final del verano fue de cocinar, cocinar y cocinar. Para luego comer, comer y comer. Con ganas, con amigos, con familia o con los dedos. Y hasta con hambre, que es lo mejor! En los siguientes párrafos encontrarán unos breves relatos (salvajes?) introduciendo a cada protagonista de nuestro festival hortolano-gastronómico:

la famosa variedad de zanahoria Bruce Willis: ¡dura de pelar!
Daucus carota: un par de meses después de asesinar unas cuantas zanahorias, las supervivientes pudieron seguir creciendo, hasta que llegó SU momento - el de recogerlas y comerlas. Y la lección que aprendimos esta vez, es que si bien nuestra tierra es rica y buena, tiene muchas piedras y requiere más trabajo previo para acoger zanahorias: nos han salido muy... artísticas, enamoradas y enlazadas todas. Se tarda más en pelarlas que en cocerlas y engullirlas. Eso sí, una vez hechas sopita o puré, con comino y un poco de yogur o crema de leche, quedan muy dulces, muy ricas y perfectas para acompañar un pedazo de carne de la zona (aunque no de nuestra parcela de jardín!) o un huevo frito, de gallinas felices, ni que decir tiene. Los jueves, nuestro querido carnicero del pueblo prepara con amor y con mucho arte un boudin au fenouil (morcilla con semillas de hinojo) que se come en lonchas gruesas tostadas al horno y que es un poema para las papilas. Una vez lo pruebas, empiezas a replantearte cualquier receta en función de su compatibilidad con dicho boudin!

Brassica oleracea var. capitata: si bien la suelen llamar Col lombarda, según Wikipedia, el Col de la Lombarde es un alto collado alpino (2.350 m) entre Francia e Italia. No obstante, y a pesar de este orígen piemontese, parece ser que se acostumbró muy bien al nostro piemonte ariégeois, ya que pululó felizmente desde la temprana primavera y hasta volvió a brotar a finales de temporada así, a su rollo... Y a la hora de la verdad, tanto cruda como salteada con ajillo, le dió un color y un amargor inconfundibles a nuestras ensaladas y woks  del verano (aquí abajo - con el leve desenfoque que suele provocar una salivación de una típica anticipación pavloviana - con salsa de soja, ajo e higos secos).

puré de zanahoria y remolacha con pepitas de calabaza tostadas ; salteado de col lombarda, ajo e higos secos en salsa de soja ; puré de zanahoria y patatas con comino, queso rallado y roquefort.
Solanum lycopersicum: detrás de este nombre algo bárbaro se esconde la estrella de los huertos y de los mercados, la joya de la cultura mediterránea y el exitazo global del ingenio catalán a la hora de comer hoy y con gusto pan de ayer: el tomate! Los nuestros salieron al final bastante variados y bastante abundantes, entre las semillas de coeur de boeuf que compramos en el vivero de al lado de casa y plantamos por aquí por allí sin mucha idea, y las 4 o 5 plantitas de tomates cherry que nos regalaron nuestros queridos L. y R., todos distintos, todos resultones. ¡Ford mío! Si parece esto un anuncio de la Benetton...
tomates, tomates y más tomates...
Entre los cherry clásicos, los cherry peras amarillos, los cherry alargados rojos y unos muy curiosos cherry "ciruelas" de color único y sabor sutil, no llegamos a salvarlos todos de las merlas, ni repartiéndolos entre los vecinos. Los usos del tomate en la cocina no tienen límite y ni pretendemos hacernos los entendidos sobre el tema... En rodajas con (o sin) queso fresco, cebolla lila, un poco de sal gruesa y aceite; con rodajas finitas de calabacín crudo, como pretexto y excusa para comer carne; apenas asustadas con cebolla y una 'catalana' de Ca la Rossa (ver capítulo anterior, y gracias nuevamente a M. y D. por su visita y sus delicatalàtessen), así sin más; otro clásico, con una hamburguesa fresca, pepinillo, lechuga del huerto y un poco de queso de oveja... Valen para jugo, eso sí: con un poco de apio y nada más. Valen para sofrito y cualquier pasta boloñesa se transforma en una experiencia casi mística. Valen - ¿como no? - para gazpacho, con pan viejo, vinagre, ajo y lo que haya a disposición: si no hay pepino, también sirven el melón o el calabacín. Los cherries, por vario-pintos que sean, puede que te den menos opciones: con mostaza o con sal o sin nada, en plan pa' picar. Pero el encanto del asunto es cuando sales al huerto con colegas o con algo de hambre antes de la hora de comer y con el vaso de vino ya en la mano. Vas recogiendo y comiendo como harías con las frambuesas. Como mucho, cuando te has zampado todo lo que podías, llenas un pequeño tupperware y lo traes de vuelta pa' la queli. Pero no dan ganas ni de cortarlos, ni de saltearlos, ni de hacerlos papilla. Como que... no. Bueno, mucho hablar pero al fin y al cabo, son tomates. Que cada uno se los coma como le de la gana. O el hambre.

carpaccio de tomate y calabacín, orégano fresco y basse-côte ; salteado de 'catalana' de Ca la Rossa, coeur de boeuf y cebolla lila ; classic hamburger del huerto, queso de oveja y... pan industrial!!! :(
Cucurbita pepo, Capsicum annuum y los demás: el calabacín ya salió como LA gran estrella Hortraveling en unos capítulos anteriores. Que sepan que su liderazgo, por lo menos en términos cuantitativos, no da señales de que se podría llegar a cuestionar a corto o medio plazo. Así que, día sí día también, cosechamos calabacín, acumulamos calabacín, regalamos calabacín, soñamos calabacín, preparamos calabacín y comemos calabacín. En sopa o en crema, relleno al horno, planchado, en gazpacho o sopa fría, en risotto, en carpaccio... No hay manera de acabárselo ¡Nunca! Hay hasta unos mytologo-lógos que han llegado a la conclusión de que el mismísimo Sísifo, montaña arriba, empujaba no una piedra sino un calabacín gigante. Bueno, es como lo de Jesus vivió en la India: una teoría de estudiosos que merece ser considerada, por lo menos un día con el café o fumando un piti...
en nuestro huerto permacultural, todo crece donde y como le da la gana...
Por lo del carpaccio, una sugerencia que le debemos a L., una querida amiga de las antípodas: una vez lavado y pelado, se ralla el calabacín en tiras anchas y largas (idealmente, se hace con pelador). Se disponen de manera elegante en un plato, se mojan con el zumo de un limón y se aliñan con sal gruesa, semillas de cilantro y un poco de aceite de oliva. Finalmente, se les corta encima y bien finitas unas hojas de menta fresca antes de dejar marinar un par de horas en la nevera. Se sirve tal cual, de poder ser con un vino blanco (afrutao pero no demasiao). Un perro verde - por ejemplo ¡eh, aquí todo se propone, nada se impone! - puede ser muy indicado si está al alcance. En su defecto, un Tariquet tipo premières grives o algún Jurançon, para quedarnos de este lado del Pirineo, harán el trabajo con mucho estilo... A ver, que más les podemos contar que no sepan ya? Que esto tan solo es la parte sana de lo que nos zampamos por aquí. No salen en estas columnas la de patos y demás cochinadas que pasan por nuestra barra/mueble de cocina casero. Ni los atracones de queso esporádicos que nos regalamos con cierta frecuencia. Ni la poca actividad física con la que compensamos todo esto... Aunque después de un verano de muy poco ejercicio (por suerte parece ser que el estrés adelgaza; al menos funcionó para nosotros...) parece ser que el otoño nos da una segunda oportunidad.

¡que no falten flores en la mesa! ; crema de calabacín, gengibre y salsa de soja ; carpaccio de calabacín 'alla Australiana': limón, cilantro y menta fresca.
Como dice un chico simpático pero en ocasiones algo negativo (o sencillamente, muy filósofo) y que conocimos hace poco: "Si te pierdes el primer tren, es probable que pase otro para ti, pero te costará más subirte. Y si te esperas al tercero, puede que lo pilles igualmente, pero sepas que costará. Y dolerá!". Desde Un(t)raveling, les queremos comunicar a nuestros lectores que no estamos bien bien seguros de lo que significa - o pretende significar - este dicho, pero les mandamos a todos un fuerte y cálido abrazo. Y con esta bonita flor, nos despedimos hasta el próximo capítulo, en el que se vislumbra ya el invierno, sus golpes de frío en las contrapuertas, sus calabazas y sus ricas conservas... Así que eso será todo para hoy: ya pueden apagar el ordenador y volver a sus asuntos urgentes. ¡Arrivederci amici!

y les dejamos con este pequeño teaser del próximo capítulo...

Wednesday, September 23, 2015

"l'Ariège, ça monte, ça descend et ça n'est jamais plat"


C'est dit: pourrez pas dire qu'on vous a pas prévenus!
Le slogan n'est pas de nous, mais on se l'approprie bien volontiers: c'est pour la bonne cause et ça fera de la pub' au Conseil Général et à l'Office de tourisme du coin (qui en ont sacrément besoin diront certains)! Bon. Derrière cette lapalissade en apparence tout à fait innocente se cache une réalité complexe, polymorphe, protéiforme, à étages, voire - n'ayons pas peur des mots: les mots sont là pour nous aider ; ils nous aident à communiquer, à nous comprendre, mais peut-être plus encore, à surmonter cette terreur que provoque en nous l'immense chaos de l'univers hostile et changeant qui nous entoure et dont nous sommes pourtant (souvent sans en être pleinement conscients, il est vrai), partie intégrante. "Tu es une expression unique de l'Univers dans sa totalité, de la même façon qu'une Vague est une expression unique de l'Océan tout entier" disait Alan Watts, et Ford! s'il avait raison... mais je m'égare et perds le fil dès les premières lignes! Ce post fleure déjà la digression à plein nez, ça promet d'être difficile... Décidément, ce nouvel antalgique (indiqué dans les douleurs neurogènes et prescrit pour cette épaule qui ne se décide pas à guérir) n'est pas seulement efficace, il est aussi diablement psychotrope. Mais revenons à nos moutons... - matriochkale...

- À vos souhaits!
- Pardon: vérification faite, il semblerait que l'on dise, en français et dans le texte, "gigogne".

Piège à Toulousains entre chien et loup ; même en Ariège: "eau qui descend ne remonte pas" ; notre monnaie locale. 
Bien. En Ariège, tout monte et tout descend, tout n'est donc jamais plat. Ou "rien" n'est donc jamais plat? Enfin... Les Toulousains qui vont en Andorre acheter des clopes et du Ricard, par exemple, et bien: ils montent le dimanche matin puis descendent le dimanche après-midi. Et les Toulousains qui vont skier à Ax-Bonascre en hiver, ils font pareil (et qu'est ce qu'ils nous font skier, soit dit en passant...). Et le TER-98910 en provenance de Toulouse et à destination de Latour-de-Carol va entrer en gare: lui aussi monte et descend. Voilà, on va s'arrêter là pour les exemples. Ce qui descend mais ne remonte jamais en Ariège, en revanche, c'est le cours de l'eau. Enfin, de l'Ariège, quoi. Ou du Vicdessos. Ou de la Courbière, comme le prouve le mignon cliché ci-dessus d'une ravissante cascade. Et ce qui descend mais ne remonte guère, c'est le cours de l'Euro, en chute libre depuis que le pyrène lui dame la pièce. Euh, le pion. Une monnaie locale, oui madame, parfaitement! On a une monnaie locale, même qu'elle vaut cher: 1 pyrène = 1 euro, comme ça c'est moins compliqué à convertir et s'il avait fallu l'indexer sur la réalité économique locale, on aurait eu besoin de brouettes de billets pour aller au marché... Et puis pour rendre la monnaie, du coup, c'est avec les centimes d'euro, hein. Parce que pour photocopier des pièces et les découper en rond, je vous raconte pas l'affaire. Voilà, vous savez tout sur le pyrène, la monnaie utile en papier recyclé! En tout cas, ça fait toujours ça de moins dans la tirelire des railleurs qui se moquent de nous, et Ford sait qu'il y en a. Voyez plutôt:


Très bien, ça, c'est fait. Il va peut-être falloir entrer dans le vif du sujet, maintenant... Parce que toute cette histoire de monter et de descendre, c'était surtout pour illustrer la visite de nos chers U. & L. le week-end dernier. Visite qu' (on espère) ils vous raconteront eux-mêmes et avec leurs propres mots - ce qui pourrait être particulièrement exotique! Plus d'un Ariégeois s'en réjouira. On les embrasse donc chaleureusement à leur descente du train bondé, on les gave donc de canard gras, de fromages d'ici et d'ailleurs (du Cantal, notamment) et de vins pas d'ici mais d'un ailleurs plutôt pas trop lointain (Madiran, Fronton, Corbières, Faugères: le tour du Midi, quoi..). On trouve (au détour d'une ruelle) un vide-grenier où les faire saliver devant des bibelots du cru, des vieilleries rurales et des trésors poussiéreux;  entre lesquels se démarquent quelques vélocipèdes vintage à faire pâlir de jalousie toute la communauté de hipsters-barbus-tatoués-piercés-en-chemise-de-bûcherons-cyclistes-branchés-de-Poblenou-ou-de-Gracia. On joue à aller cueillir nous-mêmes nos légumes qu'on a fait pousser nous-mêmes pour les manger nous-mêmes après les avoir cuisinés... nous-mêmes!
L'effet toujours euphorisant du pilotage de 2c15 sur départementale!
Et pour expier un peu tout ça, tous ces plaisirs criminels et autres péchés véniels, pan! On les sort en rando. Un peu. Pour dire. Les Trois Seigneurs par l'Étang d'Arbu: une classique bien connue des régionaux de l'étape et des Toulousains des dimanches. Pas trop long, pas trop dur. En revanche, ils ne s'y attendent pas du tout, font les surpris "Ah bon? Marcher dans la montagne? Diantre! Quelle idée originale!"
Originale??? Ici, si on n'est pas rugbyman ou chasseur, il n'y a plus qu'à être randonneur, c'est une question d'identité. Et de survie. Passons... On monte donc tranquillement - en 2c15, c'est la règle - et pas trop tôt quand même, jusqu'à Vicdessos. De là, direction le Port de Lers, pour se garer finalement juste avant de l'atteindre, dans les derniers virages, à côté de quelques autres voitures puis de se mettre, rapidement, en marche.
"Il suffit de passer le pont - chante l'autre moustachu (un peu père vert il faut le reconnaître) avec sa guitare - et c'est tout de suite l'aventure". En effet, le pont franchi, les choses changent et si ce n'est pas tout de suite l'aventure, c'est tout de suite une montée fort raide en plein soleil vers un petit groupe de brebis qui nous regardent et gardent farouchement l'accès à un orry aussi typique qu'il est bien conservé. Mêêeeh! Émerveillement de rigueur: on s'extasie devant ce savoir-faire millénaire, on boit de l'eau, on joue avec une bébête au bout d'une brindille. C'est beau la nature en fête. Et le chevelu avec sa guitare de revenir à la charge: "Laisse-moi tenir ton jupon, je t'emmène visiter la nature"! On fait dans l'allusion élégante et tout en finesse, hein? Bon, jusque là, nos visiteurs sont contents; ils se sont à peine plaints durant le premier raidillon, ils ont des Pyrénées plein les mirettes et le cœur léger. Quand soudain, c'est le drame: Futuna commet une erreur de débutant. À la question "c'est encore loin (grand schtroumpf)?", il répond en toute bonne foi "juste derrière cette colline, on y sera dans un petit quart d'heure". Patatras! Comme toujours, derrière la petite colline, il y a une autre petite colline, ou une barre rocheuse, ou un ressaut au fond de la jasse, ou n'importe quoi qui finit par révéler l'absence du lac, encore caché un peu plus loin derrière. Pire encore: un peu plus haut!

"il suffit de passer le pont et c'est tout de suite... ; l'herbe douce à Pâques (a poussé sur l'orry) ; je t'emmène visiter la nature!"
Il s'en faut de peu qu'un drame éclate. La révolte gronde. Les matelots, tendus, murmurent et ruminent quelque sombre plan. La faim et la fatigue tenaillent les troupes. On craint une mutinerie. Déjà, les albatros et les vautours dessinent, là-haut, de grands cercles sur nos têtes... Heureusement, bientôt, quelqu'un crie "Teeeeerre!" Euh non, quelqu'un crie "Laaaaaaaac!" À nos pieds, l'étang d'Arbu. Voilà. L'étang s'étend. Les temps aussi. Comme disait l'autre, qui voulait citer untel "Au lac, suspends ton vol, et vous Eures et Loires..." etc. C'tait l'bon temps! On s'embrasse, on s'étreint, on s'assied, on s'affale. Puis on s'étend. L'ambiance se détend. On chasse des taons. On trinque "à l'étang!" Une fois l'étendard bu, on hisse les gourdes, qui flottent au vent. V'là l'bon vent, v'là l'joli vent, mon ami l'étang... Soudain elle s'écrie: "Un homme à la mer!". Mais non: il se baigne tranquillement...

L. et ses 27 printemps, dans la montée ; l'orry en plan rapproché ; l'étang d'Arbu dans son écrin de gispet* et de cailloux...
Les choses se gâtent quand on montre le sommet, pourtant proche, du Pic des 3 Seigneurs. Il est déjà tard, on a faim, ma jambe est lourde, il fait chaud, demain j'ai piscine, on a déjà beaucoup marché, et la descente alors? Heureusement, notre réputation d'hôtes nous précède et le bon goût toujours raffiné de la maîtresse de maison n'étant plus à démontrer (ça nous a coûté une fortune en Ferrero Rocher, mais le retour sur investissement est inestimable), on nous écoute donc.

"L'ertrand d'Arthus vu du ciel", comme dirait Yann-Arbu B'Étang!
Heureusement aussi, la montée est progressive et ludique, le long d'un petit ruisseau au fond duquel le sentier se perd souvent. Quelques cairns de beau granite gris montrent le chemin, pas évident par ailleurs, vers la majestueuse ligne de crête, que l'on récupère finalement, le lactate dans les cuisses et dans les talons, l'estomac...
Un casse-croûte bienvenu à base de produits locaux fait son apparition comme par magie un peu au-dessus de la côte 2000 m, où le gispet* fait non seulement rage mais encore un beau tapis touffu qui active délicieusement la circulation dans les glutéaux façon réflexologie/acupuncture. Depuis ce belvédère en avant de la chaîne, on admire les vues panoramiques à 360º: le Port de Lers et le Massatois à nos pieds; le massif du Valier perdu dans les nuages; derrière lui le Luchonais, déjà, perdu dans les nuages; devant nous au Sud, les 3.000 ariégeois perdus dans les nuages; plus loin l'Andorre, perdue dans les nuages; plus loin encore vers l'Est, le Canigou, perdu dans les nuages; au Nord la plaine et Toulouse, nimbées d'un smog douteux aux notes bleutées...

les Pyrénées ariégeoises dans toute leur verdoyante majesté (et avec un léger penchant à droite).

U. & L. en mode Urga et une croupe après l'autre de la longue crête de descente, qui n'en finit pas d'être ariégeoise...
Le ventre plein et les yeux rivés sur d'audacieux parapentistes, la descente se fait sans histoires. Toutefois, fidèle au slogan du pays, elle aussi, monte et descend sans relâche. La belle croupe herbeuse n'en finit pas de s'arrondir à nouveau, tandis que le port de Lers n'en finit pas de se faire désirer, bien décidé à ne pas se livrer à nos semelles boueuses sans quelques sinueuses allées et venues supplémentaires. Pire, la voiture est garée deux kilomètres en contrebas du col, dans ce virage de la petite départementale d'où nous sommes partis plus tôt le matin. Futuna dans un élan d'héroïsme teinté d'un sournois mais lancinant sentiment de culpabilité va donc prendre un peu d'avance pour assurer un service de taxi: sinon avec le sourire, au moins avec dévouement. Hum. On oublie trop souvent à quel point les douleurs chroniques peuvent, parfois, rendre ceux qui en souffrent quelque peu susceptibles, voire carrément irritables... Voilà voilà. Sur ce, et dans un silence gêné par cet aveu en forme de cri du cœur, il va falloir conclure! Retour au bercail sains et saufs, douches chaudes, habits propres et autres préparatifs joyeux d'une fin de weekend idyllique. Sur table: fromages, charcuterie, légumes du jardin, vin et rires; puis finalement, sur quai: des adieux déchirants à la gare SNCF toute proche... On rend l'antenne, à vous les studios.

le port de Lers, ses hordes de parapentistes, sa guinguette et ses vertes prairies.

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* bien connu des randonneurs, des pêcheurs et des chasseurs tout au long de la chaîne, synonyme à la fois de pique-nique pique-les-fesses et de dérapages incontrôlés lors de descentes sous la pluie, le gispet (Festuka eskia) mérite une place de choix dans le patrimoine culturel (im)matériel de nos chères Pyrénées; ça m'étonnerait pas qu'Olivier de Robert l'évoque dans un de ses sketches...

Sunday, September 6, 2015

après les chaises musicales...


...Un(t)raveling présente les chaises nomades!


Pas touché beaucoup de bois pour la maison depuis le Kitchen Project... Contre vents et marées, on a fini par finir l'aménagement intérieur du 2c15, juste à temps pour notre semaine de vacances (On les entend déjà: "Des vacances? Mais comment ça? Vous les hippies, vous êtes toujours en vacances, non? Ah bon? Et vous avez un travail? Plusieurs? Mazette..." etc. Bah oui, on a des vacances: une semaine en août, comme tout le monde. Comme tout le monde, on aime le camping et les Pyrénées. Et comme tout le monde, on a voulu aller au Pic du Midi d'Ossau juste avant le 15 août: c'était noir de monde et on a finalement atterri au Vignemale. C'était très bien. D'ailleurs si vous suivez un peu le blog, ça devrait sortir bientôt...).
S'il y a un nom scientifique pour l'amour des outils, genre la FACOManie ou la makitophilie, merci de nous l'indiquer...
Bref. On avait envie d'un projet pas trop compliqué pour se dégourdir les doigts. On pensait depuis longtemps à des sièges en bois pliants et faciles à transporter pour le 2c15, justement. Petit format, légers et confortables. En descendant de l'Ainsa vers Barbastro, en route vers le base camp de M., M.C. et le petit U, on parlait de ces chaises africaines faites de 2 planches, l'une emboîtée dans l'autre à angle droit...

La planche que l'Univers nous a envoyée: massive et en mauvais état.
Simple, confortable, etc. La classe. Et on se disait que tout le secret était dans les proportions entre pieds, assise et dossier. Trop long, trop court, c'est le drame. Bref. On arrive chez eux, on discute et au bout de dix minutes: pan! Le vin rouge est à peine dans les verres que M. nous raconte qu'il a rencontré un gars qui fait des meubles et qui lui a passé les gabarits pour une petite chaise africaine; qu'il vient d'en faire 2 pour leur maison; et qu'il peut nous copier les gabarits pour qu'on s'en fasse une paire aussi (es el pídele al universo, Gérard!). Donc, le lendemain, on repart de là avec - comme toujours - quelques heures d'escalade au soleil des Garrapatillos altos d'Olvena, de très bons moments à table, quelques bouteilles agréables et de longues soirées de conversations qui, si elles en changent pas le monde, nous rassurent un peu et nous confortent dans nos choix mutuels, nous font dire que non, on n'est pas complètement tarés... Mais on repart aussi avec le secret tant convoité de l'équilibre incarné dans deux bouts de bois (dont un percé, il faut le dire). L'harmonie parfaite. L'essence du Less is more. Le nombre d'or fait chaise. Manquaient encore du temps et un bois digne de ce nom - et de ce projet. Pas envie d'aller l'acheter: le bois parce que ce serait trop facile et qu'on devrait choisir, le temps parce que ça ne s'achète pas, tout le monde le sait depuis que Michael Ende a publié Momo en 1973. Pas envie de palettes ni de vilains morceaux, on s'est dit que quelque chose allait apparaître: un vieux bastaing de chantier ou de planche de coffrage un peu épaisse...
Une fois les gabarits en papier (4 feuilles A3) reportés en double sur notre pièce du boucher, reste à scier et percer...
Comme l'Univers tardait quand même à nous envoyer cette pièce de bois providentielle, on a fait un prototype dans une chute de tripli 20mm, très léger et... trop léger. Disons, un peu limite niveau résistance à la torsion quand un adulte s'y installe. On l'offrira donc à un enfant ou à une personne particulièrement petite et fine. Avis aux danseuses! Finalement, en bossant quelques jours chez les parents de Futuna (du placo et des placards, peut-être qu'on en parlera un de ces jours, aussi), on est tombés sur une vieille planche de bureau, abîmée mais pleine de promesses. On a attendu le weekend suivant et on s'y est mis:
Plan rapproché du tracé des différentes pièces ; première chaise découpée ; le dossier avant ponçage et finition.
Il nous en fallait deux et on voulait garder un peu de notre vieille planche pour un autre projet qu'on a en tête. On a donc ajusté et on s'est un peu plus pris la tête pour scier, vu que la scie sauteuse nous a lâchés. On a peu ajouté au design original (on aimerait citer l'auteur du gabarit, mais on ne le connaît pas, hélas. En revanche, on passera le gabarit à toute personne qui en formulera la demande!), on a simplifié les arrondis et les angles et on a fait un trou dans chaque pièce pour pouvoir y passer une cordelette et les suspendre et/ou les transporter plus facilement. La patte Un(t)raveling... L'emboîtement du dossier doit permettre d'y faire coulisser l'assise sans forcer, mais sans être trop grand, pour que l'angle se maintienne au plus proche des 90º.
L'emboîtement pour l'assise à la perceuse et au ciseau, presque propre!
On l'a fait à la perceuse (mèche de 8mm), puis au ciseau à bois (d'abord celui de 15mm pour égaliser entre les trous de perceuse, puis celui de 25mm qui convenait pile en épaisseur et permettait de vérifier la régularité) et on l'a poncée à la main. Idem sur la deuxième. On aimerait vous dire que la deuxième était un peu mieux faite que la première, mais malheureusement, nous on n'apprend pas si vite. Sinon, rien de particulier: faute de scie sauteuse on a tout fait à la main. Pas tellement plus long (tu parles!) et pas beaucoup plus fatigant (ouais!). Faire des courbes est impossible, faut accepter ça avant de commencer ou s'exposer à des problèmes techniques. En revanche, le résultat pour les lignes droites est très propre (plus qu'à la scie sauteuse? même avec un guide? hmpf...). Peut-être que notre scie sauteuse n'allait déjà plus très bien? C'est vrai que depuis un certain accident en fin de kitchen project, qui a coûté un ongle à un membre de l'équipe (un ongle sur 20 doigts, c'est un pourcentage acceptable), elle n'était plus très vaillante. Comme dans ces duels de films de kung-fu, où celui qui a pris le plus cher n'est jamais celui dont le sang coule le premier. Bon enfin, découpe: check! On passe au ponçage.
Une des chaises entre ponçage et finition. À gauche, une vieille caisse "Jarabes y Horchatas Esplugues" en cours de...
On n'avait pas envie, pour une fois, de tout poncer à la main, surtout qu'il y avait de la peinture, des taches et quelques petits éclats. On a donc sorti l'artillerie semi-lourde et on a cassé les... oreilles des voisins ce matin (un samedi) et jusqu'à l'heure de la sieste, tout en alternant avec un peu de jardinage quand les vibrations dans le poignet devenaient désagréables. Pardon,voisins dont les poules, les 4x4 et la KTM 990 Adventure toute neuve nous cassent les... oreilles régulièrement! C'était pour la bonne cause et ça en valait la peine: on est très contents du résultat.

On n'avait pas envie non plus (décidément, on était pénibles aujourd'hui...) de les vernir ni de les peindre. On aimait le grain et on devait avoir l'humeur un peu nature. En tout cas, on a opté pour un passage à l'huile d'olive, en enlevant juste l'excédant avec un chiffon et en laissant sécher au soleil. Ça rehausse le ton, ça fait ressortir les veines et ça re-éclaircit après quelques jours. En plus, l'odeur est agréable et non, ça ne tache pas les fringues ! Une fois que l'huile a pénétré, elle protège bien de l'humidité, sans laisser de traces. Ce modèle de chaise est super pratique: très basse, elle permet de s'asseoir accroupis mais sans forcer sur les genoux ni les chevilles. Basculé vers l'arrière dans le dossier, les reins droits, on peut lire ou prendre le soleil. Plus sur l'avant, redressé, c'est parfait pour cuisiner sur camping-gaz ou bricoler près du sol. La hauteur est très naturelle aussi pour utiliser le laptop sur une table basse ou écrire. L'encombrement est minimum et ça ne me gênerait pas d'en suspendre une à un sac à dos pour, par exemple, assurer un grimpeur en couennes et en moulinette, en mode relax!
Elles étaient pensées pour le 2c15, mais on les a mises au salon dès le premier soir et elles y ont déjà trouvé leur place... Chic et écolo, on vous dit! Ha ha. Notre voisin (un autre, pas celui des poules et la KTM, hein) a trouvé ça formidable et s'il avait pas eu de l'arthrite au genou, il nous en aurait bien commandé une. Sérieusement: si vous en voulez une, on vous passe le plan, il y en a pour une après-midi de boulot. Sérieusement: si vous avez la flemme, on vous passe le devis, il y en a pour presque rien. Sérieusement: faites-en une et envoyez-nous une photo de vous dessus! À la prochaine...