Monday, January 11, 2016

Hortraveling! s01e08 "Culminanding the suspense before la season two"


el sueño de un huerto de invierno: sopa de raíces y ensalada de flores varias.
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"Se corta, pela o raya todo esto de aquí arriba y se deja macerar (marinar?) una noche en una olla en la que antes se ha preparado un fondo de caramelo con azúcar, agua y zumo de limón. Al día siguiente, se pone a fuego lento el conjunto y se le va agregando azúcar hasta alcanzar casi el mismo peso que el de los tomates. Removiendo y probando mientras va hirviendo suavemente, se llega a un punto en el que conviene retirar la vainilla y parte de las pieles de limón, naranja y/o mandarina: eso queda un poco al gusto de cada uno, más o menos intenso... Cortándolas muy finitas, se puedan dejar algunas pieles que quedarán confitadas pero le darán un toque de mermelada inglesa, un poco bitter. Sino, retirándolas todas, se obtiene una mermelada más dulce. En todo caso, cuando empieza a pintar bien y haber reducido bastante, se chafa con el prensa-puré de la iaia, se pone en botes y... se subasta en ebay!"


Los fans lo esperan, los demás lo temen: Twin Peaks prepara su gran retorno después de 25 años de desaparición y olvido. The X-files - resucitada de los 90 y más actual que nunca, dicen - está volviendo a la pantalla. No sin hacer ruido, no sin generar expectativas, las madres de todas las series se re-inventan y nos sirven té de jazmín recalentado. De golpe, parece que lo hortera es lo que más extrañamos todos, lo que más necesitamos. Siguiendo este fenómeno de moda muy oportuno, concluiremos la temporada 01 de la tan aclamada serie Hortaveling! con los pocos protagonistas que llegaron hasta aquí... e introduciendo los nuevos que, esperamos, irán tomando un papel más importante en la temporada 02.

Col bebé para el pot-au-feu: cebolla, patatas, zanahoria y
un hueso de ternera, a comer con mostaza, caldo servido a parte.
El recurso es clásico: exit tomates y calabacines, transición con puerros y lechuga de invierno, invitado sorpresa para el mes de febrero y volvemos a empezar con caras nuevas. Eso sí, ¡con los viejos trajes de siempre! Mirando por la ventana el huerto nuestro querido un tanto abandonado, recordamos la profética y ya muy cult respuesta del Major Briggs a la pregunta "what do you fear most in the world?": sin dudar ni tartamudear un solo instante, a pesar de la gravedad de su situación, lo dice alta y claramente: "the possibility that love is not enough"... Pues si, sinceramente es una frase que nos habla a todos, sin distinción de género o generación; más en todo caso que: "las lechuzas no son lo que parecen"... Y a nuestro nivel, en nuestras vidas, ¿dónde se refleja esta preocupación? ¿este miedo del Major? ¿Puede un huerto con amor pero sin nada más? Bien, mirémoslo de más cerca: nosotros, por ejemplo, en estos meses de invierno, nos conformamos con escoger desde la cocina el (des)afortunado puerro y la última zanahoria que pondremos en la sopa a la noche. El agua hirviendo será su salvación - y nuestra cena. No hay manera de salir a calzar, a abonar, a remover la tierra. Tampoco hay necesidad imperiosa de salir a regar.

una de las lineas de espinacas: crudas o hervidas, son tiernas verdes y sabrosas en todas circunstancias... 
Invierno: n.m. "temporada de esculpir agujas de ganchillo de madera al lado de la estufa", según el pequeño diccionario ilustrado un(t)raveling. Para ir a tirar el compost o para la hora de cenar, hay una regla básica que nos funciona muy bien: "quien pierde la partida de Catan después de merendar, bien se puede abrigar" (rollo astronauta que sale del modulo espacial en 2001) para salir a recoger dicho puerro, en el hostil frío del precoz anochecer. Luego, lo precipita a la olla con tomillo, laurel y un diente de ajo, entregándolos a las burbujas y el vapor - cruel fin para un inocente vegetal. ¡Veganos del mundo mundial entero! ¡Ha llegado la hora: todos unidos contra el sufrimiento verduríl! Estudios lo avalan: las verduras tienen sensibilidad también, mientras que se puede vivir perfectamente bebiendo agua, sacando los minerales de discursos animalistas (que no les falta sal, vamos...) e ingeriendo informes de Oxfam (para los cabrohidratos).

Elevándose por encima de las coles lombardas, la rúcula vuelve a florecer.
Curiosamente, el frío llegó en dos olas bien marcadas - y dentro de lo que toca moderadas - en este contexto del invierno-más-suave-del-milenio-según-los-expertos (de los que no tienen voz en la COP21). Así que de un día para otro, como veníamos diciendo, amanecimos a -7 ºC a mediados de noviembre, recordando no sin emoción otro mes de noviembre y otra ola de frío que, dos años antes, nos pillaron recién en la carretera y nos dejaron su rastro en la carne, mientras dejábamos el nuestro por allí... Tan solo dos años y ¡Ford! Qué recuerdos, qué jóvenes, qué ilusión... Tras un mes de diciembre bastante tolerable, hubo otra ola justo para las fiestas de fin de año, ¿cómo no? cuando nos vinieron a visitar unos amigos (que se lo pasaron muy bien igualmente, aunque no llegaron a cumplir con su tarea del post contributed...). Claro, diciembre al pie del Pirineo cara norte, ¿qué te esperas a parte de nieve y hielo?

Total, que si la ola de frío, que si la suerte que tenemos de tener casita con calefacción y que si, sobre todo, el pobre huerto que se sintió fort dépourvu quand la brise fut venue... Entre noviembre 2015 y enero 2016, salimos a saquear lo que crecía por su cuenta, pero no plantamos nada y cuidamos bastante poco (por no decir menos) el patrimonio vegetal existente. Suerte que los puerros se cuidan solos y que las espinacas, rúculas y hojas de roble se reproducen sin ayuda externa, floreciendo e invadiendo con todo el morro la rangée de las coles lombardas y de los fresales, mientras esos y aquellos, todo mordisqueados por el hielo matutino pero bien vivos igualmente, miran esta silenciosa intrusión sin reaccionar. Estupefactos. Como los inquilinos del piso en aquel cuento del Cortazar...

Intemporales: sin hacerle caso al clima, orégano y tomillo pululan tranquilos en su pequeño rincón de sol y de piedra... 
Prueba de que algo de frío hizo, la pareja de merlas que siempre anda por acá ha terminado okupando a sus anchas el amplio y luminoso bac à compost. No es mala idea, si lo piensan: hay allí cantidad de comida vegetariana orgánica de la que les gusta, además de la lombriz esporádica que podría haberse ido de compras entre peladuras de verdura y marc de café. Pero lo curioso es que también pernoctan en el rústico recinto de pallet macizo, habiendo por lo visto abandonado su nido habitual. Suponemos que las fermentaciones deben calentar el ambiente al mismo tiempo que perfuman el aire... Por alguna razón las casas en el campo, de toda la vida tenían la cocina y las habitaciones encima del establo; o las judías blancas y la col son indicadas para las noches gélidas en sacos de dormir: a veces, para dar el paso entre sobrevivir y estar a gusto, tan solo se trata de no desperdiciar el beneficio de determinados procesos biológicos exotérmicos...

acá están: con vida propia, bien verdes y preparándose para el festín...
Pero la gran sorpresa aquí, al fin y al cabo, lleva cuatro meses en tierra ya: como en toda serie hecha con un poco de cuidado, de cariño y de respeto para el público, te tienes que currar la introducción de los elementos nuevos. Nada de "después de veinte capítulos, ahora te me saco un malo malísimo máximo de la manga" y todos allí Ooooh! aplaudiendo en plan que acaban de ver un conejo salir del sombrero de una paloma con un full en la boca... Miren, por ejemplo, la cuarta temporada de Homeland o la segunda de Fargo... Hop! Rien dans les mains, rien dans les poches! Pues no: nuestras estrellas del Hortraveling! s02 no nos las sacamos de la manga. Llevan ya un rato desarrollándose y preparándose bajo tierra. Ojala sean a la altura de la larga espera y de la ola de misterio que las rodea. Y es que, escapan a nuestro control. Hacen lo que les da la gana y ya no nos pertenecen, como cualquier protagonista de cualquier novela más o menos decente: ya tienen vida propia y tan solo se puede ser testigo de su trayectoria. Nosotros, sus creadores y plantadores, ahora somos meros observadores. Bueno, ya los verán y algun@s hasta los probarán... Se aceptan visitas para los fines de semana de febrero y marzo. Se recomiendan reservas para los fines de semana de febrero y marzo. Inscripción gratuita para los que saben preparar salsa romesco. Inscripción gratuita para los que NO saben preparar salsa romesco. Más un regalo sorpresa para las cinco primeras inscripciones: ¡no se lo pierdan! Ja ja ja. Eso sí que no es verdad...

También revelaremos ahora y a modo de despedida, el nuevo y último fichaje del equipo técnico Hortraveling: una auténtica y antigua carretilla vintage (y que parece salida del sueño erótico-bucólico de un hipster con bigotes, categoría "soci del hort urba del carrer de Sants"). Aún no tiene nombre pero, a modo de presentación así, rápida: es de madera, de edad canónica y de muy bella factura. Featuriendo con estilo unos lados desmontables para acoger cargas anchas, leña o las piezas más abultadas de una mudanza; un cuerpo de madera vieja, durísima-ascendente-irrompible pero patinada y suave al tacto; una rueda im-pinchable con llanta de metal; unos colores retro y funky a la vez, un poco corridos ya en donde la vida más les dió...

inesperada y caída del cielo - por suerte no literalmente: el último fichaje del equipo Hortraveling!
Bref, una joya de la que nos enamoramos a primera vista, en el contexto curioso de un troc-truc, o sea: un trueque (troc) de cosas (trucs). El troc-truc es una newsletter semanal a la iniciativa de nuestros queridos L.&R., cuyo objetivo es que objetos, materiales y bienes que no se están utilizando circulen: una sección de anuncios "me iría muy bien", una sección de anuncios "me quiero deshacer de" y una regla básica: evitar, dentro de lo posible, de concluir el trato con dinero. Cualquier otra forma de intercambio está bienvenida... Cuando ofrecieron pagarnos un objeto del que ya no hacíamos nada con esta maravilla, casi nos echamos a llorar: "es la carretilla más hermosa del mundo!" - dijo Futuna, que desde entonces, no la quiere dejar fuera hasta haberle tratado un poco contra las inclemencias del invierno pirenáico. "No me digas que la piensas entrar en casa!" - dijo Wallis, preocupada. "¿Puede quedarse a dormir en la cocina porfi? Es solo cuestión de unos pocos días" - insistió Futuna. Y allí se quedó la cosa...

ensalada del día / ensalada del huerto: rúcula, espinaca, col lombarda y flores (nueces courtesy of la isla desierta).

¡Voilà! En breve volveremos con más capítulos, más sorpresas, más acción y seguramente alguna escena censurada... No se pierdan, pues, la segunda temporada, en exclusividad en estas columnas. ¡Hasta pronto, tronc@s!