Friday, May 30, 2014

Lots of Queso - Cheese del Lot

Llegamos a casa de la familia Crestas un lunes a media mañana, para dos semanas de Helpx con cabras lecheras y fabricación artesana de ricos quesitos locales, los "cabécous". El pueblo donde viven está a un cuarto de hora de la pintoresca y cotizada localidad de Rocamadour (aquí un regalito para los nostálgicos de Gérard Blanchard), en el Norte del Lot.
team work: you watch Rocamadour, as seen by Wallis, through Futuna's eye.
Es un lugar de colinas y valles cubiertos de cultivos, muy verdes en esta época del año. La Dordogne y otros ríos más pequeños han dibujado por allí desfiladeros y acantilados muy hermosos, donde pululan los monasterios, las basílicas y las ermitas medievales, los nidos de aves protegidos y los sectores de escalada en roca caliza con pinta y tacto de adornos góticos. Pero de momento, nos interesa la explotación de M. Crestas y su familia: su marido C y su hija menor L. La hija mayor vive con su familia a una horita de allí y todos se suelen ver los fines de semana para unas comidas largas y unas sobremesas más largas aún! Por lo que se refiere a la granja, se trata de una explotación familiar bastante pequeña, aunque además de la actividad de cabras lecheras gestionan un coto privado de caza de jabalíes de unas 40 hectáreas, donde se organizan no solamente jornadas de caza sino también adiestramiento y entrenamiento de perros. También se celebran unos banquetes para los cazadores, con la riquísima comida casera de M., en los cuales el plato estrella es... el cabrito maison! A veces, uno se llega a plantear hacerse cazador sólo para poder apuntarse a un festín de éstos. En el fondo, lo que comeremos en estas dos semanas será espectacular y si bien faltará el cabrito, habrá magret de canard y carnes a la brasa para compensar (qué agradable hablar de todo esto en presente pero con cinco semanas de distancia, usando este futuro profético " no se lo pierdan! en este episodio, verán cómo se comerán patos y carnes a la brasa!" je je je). En fin... Nada más llegar, M. nos hace visitar la casa y nos deja instalarnos en uno de los tres mobilehomes que tienen a dos minutos de casa y que alquilan a la semana durante el verano. Protegido entre las encinas, pero con su terracita al sol, el mobilehome es muy cómodo, aunque un poco vintage ya. Tenemos allí un cuarto de baño con ducha caliente y una cocina donde prepararnos el desayuno y la cena, mientras que la comida de mediodía se comparte con la familia. Todo un lujo. Más tarde ese mismo día, nos presenta las cabras, la granja y la quesería, así como la organización del trabajo y lo que serán nuestras tareas de las próximas dos semanas: prácticamente, nuestro trabajo allí se organizará alrededor de los ordeños y de la transformación del queso, por la mañana y por la tarde. También guardaremos "un poco" de leña, montando paredes de troncos cerca de casa en nuestros tiempos muertos. Y estaremos finalmente un par o tres de días vaciando, ordenando, haciendo selección y limpieza, y luego llenando nuevamente dos espacios de taller: uno simplemente un poco dejado y necesitando una "pasadita", el otro bastante abandonado, invadido por la vegetación y pidiendo a gritos una operación GVP (gran vacío primaveral) como sólo Wallis & Futuna Inc. les pueden ofrecer. "Exijan siempre la calidad Wallis & Futuna, y pidan ya su presupuesto sin compromiso!" Para ser un poco más prácticos, adoptaremos nuestro formato favorito en los helpx, el de la ....


PEQUEÑA FICHA TÉCNICA : 
(tacháaaan!)

plano de situación de Cavagnac: 1-estabulación cabras, 2-estabulación
cabritas, 3-almacén heno, 4-silos de grano, 5-hangar paja y tractor,
6-gallinero, 7-talleres, 8-quesería, 9-frutales, 10-máquinas, 11-ruta
máquina de ordeño portátil. Quesería: a-lava-manos, b-pica de trabajo,
c-pica de limpieza, d-cubos de cuajada, e-molde para quesitos, f-rejas
para curar los quesitos, g-almacén para las rejas limpias.
Inquilinas:
- 25 cabras de raza Alpina al ordeño,
- 1 macho (ratio 1 macho/25 hembras),
- 1 hembra vacía (no gestante, no lactante, no sabe/no responde…),
- 10 cabritas para reposición del rebaño.

Ciclo productivo:
semi-intensivo. 1 parto al año; 8,5 meses de lactación, de cuales uno con un sólo ordeño al día; 3,5 meses de secado. Estabulación con salida al pasto cada día de marzo a octubre.

Alimentación:
(casi) auto-suficiente. Todas las cabras reciben cada día (repartido entre los dos ordeños) más o menos 1 kg por cabeza de una mezcla de trigo, avena, granulado y maíz (5 de trigo y avena, 4 de granulado, 1 de maíz). También se les da a veces (un poco al feeling) unos polvos de minerales y oligo-elementos con los cuales se chupan las uñas. Hay heno ad libitum en los comederos del establo, aunque al estar fuera la mayoría del tiempo, las cabras pastan fresco y no comen mucho heno. Tienen bañeras para beber, tanto dentro como fuera. Las cabritas de reposición tienen heno fresco a disposición y se les da un poco de trigo y avena con granulado por la mañana y por la noche, pero ellas no salen al pasto. Por lo general, la paja, el heno, el trigo y la avena se producen en la granja, de manera que sólo se compran el maíz y el granulado.

Tierras y maquinaria:
Tienen unas 15 hectáreas de campos (cereal y pasto) alrededor, además de las 40 hectáreas del coto de caza, que dan leña para parar un tren. (Aunque no toca en este apartado, aprovechamos para explicar aquí que los jabalís reciben todas las sobras de comida de la casa, además de un poco de grano y alimento comercial dos veces a la semana, y se les da también todo el lactosuero (subproducto de la preparación de la cuajada). De allí sacan el heno, el grano y la paja para el mantenimiento de las cabras. La maquinaria es algo anticuada, al ser una explotación familiar que ya llevaban los padres de M. hace 40 años... Aun así, todo funciona y la inversión en la actividad agrícola es reducida. También hay que decir que los ingresos principales de la familia Crestas provienen de la caza, o en todo caso, de la suma de las diferentes actividades (queso, caza y alquileres turísticos).

la máquina de ordeñar "vintage", Wallis y la gallina a punto de ser hipnotizada
Ordeño:
Se reparte entre mañana (sobre las 8h) y tarde (sobre las 18h30), habiendo siempre más leche por la mañana (60-40 más o menos). Se realiza el ordeño en la cuadra, gracias a una máquina portátil: motor y bomba de vacío eléctricos, manómetro y tuberías van montados en un carrito de fabricación casera con ruedas de ciclomotor. Conectan un bidón inox de 50 litros con 2 unidades de ordeño que permiten pasar las 25 cabras en una media hora aproximadamente. La leche se lleva directamente con el carrito hasta la puerta de la quesería, donde se entra el bidón. La máquina se lava tras el ordeño con agua caliente y detergente y se deja secar al aire libre.

Transformación:
La leche aún tibia se pone a cuajar enseguida en uno (tarde) o dos (mañana) cubos de plástico. Se le agrega présure (cuajo: extracto de enzimas de estómago de ternero) y un poco de lactosuero de la cuajada del día anterior. Cuanto más caliente la leche, mejor se cuaja. El cuajo es lo que se usa universalmente para coagular la leche, aunque unos etnobotánicos nostálgicos de la vida rural de antaño hablan del uso tradicional de varias especies de cardos pirenaicos como el Gran Aster (uso tradicional que desconocen todos los pastores a los que preguntamos, dicho sea de paso). Se deja así 24 horas antes de separar la cuajada del lactosuero. Para eso se coloca en una malla de tela nylon (parece una funda de almohada o una de esas cortinas de raso) colgada con un hilo. El lactosuero filtra y se va recuperando para los jabalíes. Aprendimos hace poco que también es un ingrediente importante de los rebozados de tierra y arena en eco-construcción, al darle elasticidad y resistencia gracias a la presencia de proteínas coagulables (caseína...).
la cuajada después de 24h con cuajo (bote), luego salada y lista para moldear (después de 24h de filtración).
la cuajada filtrándose en una malla de téxtil y el molde para hacer los cabécous.
los cabécous curándose en los estantes: recién moldeados con las rejillas de nylon y dados la vuelta al cabo de 2 días.
Después de otro día de filtrarse/secarse en la malla, la pasta obtenida - cuya consistencia se aprecia y ajusta - se pone en un cuenco grande, se sala y ya está lista para moldear los quesitos frescos. Se usa un molde de aluminio y se colocan los quesitos en rejillas de plástico encima de rejas de inox, apiladas en la zona de curado de la quesería. Se les tiene que dar la vuelta (etapa super peligrosa y acrobática) al cabo de 2 días y después, se curan durante unos 5 días más. La reglamentación dice que los cabécous y rocamadours tienen que curarse un mínimo de 7 días, aunque hay quien los aprecia mucho más viejos, con aromas potentes y gusanitos felices... En la etapa de filtrar la cuajada, también se puede decidir hacer faisselle, o sea, queso fresco que se envasa junto con el lactosuero y se consume en ensalada, como postre o en exquisitas tartas de verduras (un poco como el recuit o la ricotta, sólo que estos se hacen re-cuajando el lactosuero, hirviéndolo, de allí el nombre). Bueno, eso es lo que aprendimos de hacer cabécou, un quesito de cabra fresco que es uno entre muchos. Como bien dijo De Gaulle "¿cómo quieren gobernar un país que cuenta con 258 distintos tipos de quesos?"


Sunday, May 25, 2014

Baïse, Lot, Garonne, Tarn, Aveyron... como aguas de Mayo!

Después de casi dos semanas wwoofeando al sol y a la intemperie, dejamos C., su pequeña comunidad de neo-rurales, sus huertos y su jauría de perros - uno de cuales, representante del género borrego, tenía ciertos disturbios de la identidad. Era un jueves a la tarde, teníamos ganas de descansar y de hacer un poco de turismo antes de arrancar con el siguiente Helpx. Así pues, nos fuimos de C. no sin pasar antes por  el centro del mundo, en le Fréchou! Camino de G., en el norte del Lot, aprovechamos para visitar Nérac, su castillo de Henri IV y su pizzeria MixTa, antes de atravesar hectáreas y hectáreas de frutales, maíz, colza y girasol...
algunos de los perros de Béoulaygue! el castillo de Henri IV, en Nérac.
"aquí el 20/07/2001, se demostró (¿?) que Le Fréchou es el centro del mundo."
Visitamos Agen y cruzamos bajo una fría llovizna su famoso e impresionante puente-canal que permite al Canal du Midi (o Canal de los dos mares) saltar por encima de la Garonne. En ese caso, ¿quizás deberíamos llamarlo un canal-puente? Esta obra monumental de los arquitectos de Job y de Baudre fue construida entre 1839 y 1847 y lamentablemente bastante poco usada, ya que la línea de ferrocarril entre Toulouse y Bordeaux le robó protagonismo ofreciendo una alternativa rápida y barata al transporte de mercancías. Como si no fuera suficiente, el título de puente-canal más largo de Francia también le fue robado menos de cincuenta años después cuando, en 1896, se inauguró el de Briare, construido encima de la Loire y más largo de casi cien metros.
excursionistas-pensionistas por el canal-puente-canal.
Pero eso, por suerte, a los habitantes de Agen, no parece que les preocupe demasiado. Se acomodan de esta doble ofensa ya que el tráfico en su querido puente-canal sigue intenso con muchas péniches de turismo, muchos cicloturistas aficionados al paseo sin desnivel y muchos excursionistas jubilados con palos y bambas de colores pastel del Decathlon...

Seguimos por la D813, pasando de largo (aunque nunca se está lo suficientemente lejos...) la central nuclear de Golfech. Cruzamos por Moissac la belle, pátria y puerto del Comandante J.Y. Cousteau, para luego salir de la guía Michelin y entrar en un mundo de carreterillas zigzagueando entre campos y bosques de encinas, camino de Saint-Antonin Nobleval. Unos kilómetros antes de llegar a este cotizado pueblo medieval, nos dieron la bienvenida las paredes del desfiladero del río Aveyron. También nos recibieron un cielo gris, un viento helado y una lluvia fina, a pesar de las promesas de Météo-France: sol, sol y sol! Los que siguen nuestras aventuras verticales lo habrán deducido: paredes de roca y mal tiempo se encuentran cada vez nos proponemos escalar (por qué, por qué, por quée?!!!). Un poco jodidos pero contentos, cenamos con vistas, nos dormimos mecidos por la pulsación de las gotas de agua sobre el techo del TRANSITion! y nos despertamos para descubrir un cielo azul, un sol radiante y nubes de condensación subiendo de los prados, bosques y frutales. Elegimos el pequeño sector Amiel, uno de los pocos con vías de sexto grado (por lo visto Saint-Antonin es un templo francés de los séptimo y octavo grados...) para desperezar los cuerpos entorpecidos por días de trabajo agacho-acuclillados de quitar malas hierbas y recoger fresas Mara des Bois. Aún en los grados fáciles, las vías eran duras, de continuidad, con arranque explosivo, desplome constante, pasos de bloque y agarres pequeños, malos o muy sobados: un bálsamo para el ego, vamos! A mediodía, nos encontramos con D., L. y el peque Z., que vinieron a visitar: -nos y la zona. Anduvimos por las callecitas de Saint-Antonin, probamos unos helados artesanos y jugamos un rato con la slackline en la luz del atardecer. Cuando se fueron para su casa, embarcamos nosotros en la nuestra y continuamos rumbo al norte, cena y noche en los confines del Lot y del Tarn-et-Garonne, en medio de la nada. Paseamos al sol esta mañana por Saint-Circ Lapopie y paramos a comer en la placita de Cajarc. Resistiendo a la llamada de la siestecilla, navegamos hasta Figeac, donde nuestro querido Ronald nos ofreció con dos cafés noisette su wi-fi gratis e ilimitado...
el desfiladero del Aveyron en Saint-Antonin: kilómetros de paredes de caliza y una vida para escalarlas!
flower power y el TRANSITion! remando por el Lot. Saint-Circ, el peñon y el camino de sirga.
y una más en panorámico...
Aquí estamos pues, bloggeando entre vapores de hamburguesas con queso cheddar y pepinillos calientes, canciones de los 90 que se escuchan entrecortadas y el rumor histérico de las familias que, visiblemente, no tienen mejor manera de pasar el rato un domingo de elecciones europeas (o quizás precisamente vienen a celebrar la consecución de su deber como ciudadanos... en fin, para qué juzgar a nadie). Nosotros no votamos, nada de lo que estar orgullosos, sobretodo viendo el panorama y las predicciones acá y allá... Uno tiene la democracia que merece, ¡o pronto la tendrá!

Sunday, May 18, 2014

Jours de maraîchage, nuits de lune rousse.

Bienvenus à C., petit hameau planté au bord de la voie ferrée qui reliait autrefois Nérac et Condom, désaffectée depuis longtemps et sur le point de disparaître parmi les ronces. Entre les quelques fermes éparpillées là, un énorme silo à grain abandonné, rongé par l'ennui, rougit dans le couchant et se donne des airs de road-movie à la Wim Wenders. On est dans le Lot-et-Garonne depuis le début de la semaine, en wwoofing à C. On a planté la furgo un peu à l'écart de la maison, plein Est, entre le potager et le poulailler:

la porte-fenêtre de notre chambre, dans la lumière du matin.
On vit (presque) au rythme des poules et comme de toutes façons, il n'y a pas d'eau chaude ici, on a pendu notre douche solaire sous un cèdre voisin. Vie simple sous le soleil qui nous aide à oublier les traumatismes thermiques de l'hiver... Le travail se fait à cheval sur quatre projets de ferme, le premier d'entre eux ayant démarré il y a 7 ans d'un groupe de quatre potes qui travaillent maintenant les uns à côté des autres. À chacun sa ferme et son travail, même s'ils mutualisent certains biens et espaces, produisent et distribuent ensemble par le biais d'une AMAP et d'une BioCoop'. Ils se soutiennent et partagent des tâches et activités (dont l'accueil des wwoofers) en plus de cohabiter, tenir un bar associatif et organiser plusieurs festivals: les saisons musicales en août et le festival des vins vivants en mai, notamment. Notre travail ici, c'est surtout du maraîchage sur trois sites: la "grosse" ferme en GAEC de P. et M., la ferme à fruits et petits fruits de A.-S. et M. et celle où nous avons garé le TRANSITion! donc, à quelques encablures des camions de T., S. et M. qui y démarrent doucement une activité de maraîchage. On sème, on pique et repique, on plante et transplante, on désherbe, on bine, on arrose, on paille et on récolte environ six heures par jour en tandem avec un jeune couple de Montréalais très agréables: B. et M.-E. La quatrième ferme, C. y cultive le blé, y fait de la farine puis du pain, qu'il vend à l'AMAP, à la BioCoop' et sur les marchés. Qu'on mange de temps en temps, quand nos hôtes pensent à aller le chercher... Hum. Nous autres, on ira la semaine prochaine inshallah, y poser un enduit de finition naturel sur son fournil en terre-paille. D'autres projets de cette grande famille incluent: atelier caprin laitier avec transformation et vente de fromage, apiculture, élevage ovin avec production et travail autour du feutre… À C., il y a à peu près autant de yourtes que de vieux corps de ferme et visiblement un château toutes les deux ou trois maisons. L'ensemble, et plus encore, est propriété de la famille de T. "depuis avant la révolution française" (sic.), ce qui a facilité - semble-t-il - l'installation de tout ce petit monde dans le coin.

jours de maraîchage, nuits de lune rousse et, déjà, quelques étoiles filantes (avions? satellites?).

Ah, Nérac! Bastion du bien-vivre-mieux-slow-avec-moins-mais-avec-style, et son petit air de Saint-Girons ou Montbrun-Bocage: son marché paysan du samedi, ses AMAPs, sa BioCoop' et Lou Vératous, petit bar-associatif de Moncrabeau... Et puis Nérac est le théâtre d'une guerre de tranchées (pardon! de sillons) entre semenciers multi-nationaux, monopolistes à tendance OGM d'un côté et semenciers paysans, bio, rustiques et militants de l'autre. Si la plaine fertile du Lot est depuis longtemps le terrain de jeu de Monsanto, c'est aussi - assez logiquement - une pépinière fertile de résistants et faucheurs de tout poil (de moustache ou de barbe) et de sélectionneurs de variétés oubliées, traditionnelles et... interdites. Voilà. Passent de longues journées sous le soleil déjà chaud de la mi-mai. En bande-son, le chant des oiseaux et des grillons. Et en cadeau la lune - montante, pleine puis descendante - nous a offert en quatre nuits de représentations, un éventail de son répertoire dans les tons roux...

Un beau et bon weekend à tous!
Wallis et Futuna

Friday, May 9, 2014

canción de las simples cosas


tomando el sol en Can Baró, al pie del turó de la Rovira.
"Uno vuelve siempre
A los viejos sitios
Donde amó la vida
Entonces comprende
Como están de ausentes
Las cosas queridas..."

Me llegó hace años cantada por Chavela Vargas, pero cuando se la apropian Buika y Chucho Valdés (en youtube aquí), se convierte en una de las (simples) cosas más bellas que hay. Llevamos unos días re-escuchándola una y otra vez en la furgo, como el himno de nuestra mini-vuelta a Barcelona. Nos habíamos apuntado en Enero a una semana de trabajo con la asociación Tripalium, que propone talleres participativos de construcción de molinos eólicos para auto-producción eléctrica (más información sobre los talleres aquí). Se nos canceló a última hora por falta de asistentes, así que con unos días de antelación y con pretextos varios de trámites y cosas que arreglar, volvimos a un viejo sitio donde amamos la vida. También fue una gran oportunidad para celebrar 6 meses ya de Un(t)raveling rodeados de seres queridos y cerrar un primer ciclo-círculo. Paso rápido con el tema ITV, seguro e impuestos varios del TRANSITion!, así como renovación de documentos y puesta a día de datos personales en algún que otro archivo o padrón municipal. No fue especialmente interesante. Como bien decía John Rambo a finales de los ochenta: "un hombre debe hacer lo que un hombre debe hacer"... Gracias, John. Ahora ve a descansar un poco. Y pégate una ducha ya, hombre!

Durante estos días de urbana locura, nos quedamos - muy a gusto, la verdad - en casa de U. y L. Meses atrás, justo antes de irnos de Barcelona, celebramos el suyo mutuo amor con saltitos de alegría (ver nuestro primer post) y pues, ya os imaginais: les echábamos de menos, un poquito. Por eso muchacho no partas ahora, pensando el regreso... Disfrutamos mucho de su lujoso y cómodo ático en forma de loft, de su colchón inflable para invitados, de su cocina hiper-equipada y de su hospitalidad re-que-te-comprobada ya. Cenamos y charlamos muy bien hasta las pequeñas horas de la madrugada. Lejos de cansarnos mucho, parece que hasta nos dio fuerzas para córrer parriba-pabaho sin descanso. O será que andando por la calle medio-zombie, la gran maratón administrativa façon Brazil (la peli, no el país), a uno se le hace menos pesada? Puede que suene muy guiri, o muy campesino-que-baja-a-la-ciudad pero: Barcelona es muy grande, ruidosa, sucia, agitada, contaminada y desesperadamente llena de gentes. Vaya reencuentro después de 6 meses dando vueltas por allí, entre lo verde! Nos dio la sensación de estar todo el rato mirando a la gente por la calle y en el metro como si acabáramos de llegar de otro planeta. Para aguantar tanto estrés, hasta tuvimos que cenar alguna carne a la brasa en la Malandrina y digerirla con luces suaves e infusiones de poleo-menta al volver a casa. Quedar con mucha gente en poco tiempo, ponerse a día, escuchar historias y noticias, es un ejercicio más difícil de lo que parece y para asimilar tanta información, las luces suaves e infusiones de poleo-menta van muy bien también.

las vistas desde nuestro colchón inflable: Hi-Fi y Low-Light.
Aprovechamos el jueves festivo para entrar de una vez en la piel de unos turistas: nos metimos en los atascos de la salida de Barcelona a eso de las 12 del mediodía, nos asamos escalando bajo el sol en las peores horas del día y nos tomamos unas cañas en el chiringuito de la playa de Garraf. Con los hombros y la nariz quemados, volvimos a Barna, a pasear nuestro nuevo look gamba por l'Eixample y el Barrio Gótico, hasta un concierto de nuestra querida Sandra Rehder, estrenando su nuevo disco "Umbral" a duo con Gustavo Battaglia. Noche de tango en el Circol Maldá. Mmmh... Viernes de visitas y trámites otra vez, que culminó con una cena de antología en Ca la Carme. Unas albóndigas de otro mundo, cuyo ingrediente misterioso no cedió ante los ataques de nuestras más insistentes investigaciones. Volvimos rodando hasta casa de U. y L., donde una vez más nos salvó la infusión de poleo-menta.

El sábado, fuimos a darles un fuerte abrazo a C. y J. en su burbuja al pie de Montserrat y ver los avances de la casa de paja, a base de mucho amor y muchas horas de trabajo. Al llegar la noche, subimos a cenar y dormir en la furgo por allí, bien cerca del monasterio. Nos despertamos tempranito a la mañana siguiente y aprovechamos el sol del domingo para tachar de la lista de tarea vertical la bonita y agradable vía Stromberg al Gorro frigi de Montserrat. Más fácil de lo que esperábamos después de cuatro meses sin tocar roca, llegamos a la cruz relativamente frescos, tras escalar cinco largos en cuatro tiradas. Los problemas se hicieron esperar y no aparecieron nunca, y aunque no somos especialmente valientes, hasta nos sobraron algunos parabolts. También nos sobró el viento del Norte que, a pesar del sol radiante, dejó congelado en cada reunión al que no estaba escalando. Después de una mini-siesta con higos secos en la cima, inauguramos el nuevo descenso con rapels para finalmente descubrir, a una hora ya avanzada del mediodía, a siete u ocho personas aglomeradas en la vía del Carles: dos en cada reunión, otros escalando e incluso unos cuantos esperando a pie de vía. Y eso que no vimos a nadie en toda la escalada: A quien madruga, el viento le putea pero Dios le ayuda!

Wallis a lo largo de la bonita via Stromberg (6a - 150m) con vistas al Monasterio, a Sant Benet y al Pirineo.

Ya que habíamos logrado escapar de la atracción gravitacional barcelonina para un breve fin de semana, procuramos no volver a entrar otra vez en su atmósfera, alejándonos incluso a una prudente distancia. En las tierras del Somontano, en la antesala de la Sierra de Guara, M. y el peque U. nos recibieron otra vez en su casita de S., transformada por los meses de labor de M. y por la luz de la primavera. La era estaba hecha un huerto de primera, el patio una terraza lounge y un gimnasio con pesas, barras y slackline; la granja, una zona de taller despejada y diáfana. Resultaba difícil creer que un sólo hombre, con sus brazos y su voluntad, había podido... Otro reencuentro allí, con el lento y lindo arte de vivir en S.: los campos de maíz transgénico hasta el horizonte, las cigüeñas en el campanario de la iglesia, el local social divulgando siempre lo mejor de la televisión nacional, la carne dudosa del súper Orang-Utan de Monzón... Uno vuelve siempre... También nos encontramos a un G. en plena forma, de visita por la zona. Quedamos los cuatro para una sesión de deportiva en Benabarre, de la que aún nos estamos recuperando! Ja ja ja! Espero que estos dos (M. y G. digo) queden más a menudo para escalar porque aquel martes, se juntaron el hambre con las ganas de comer! También escalamos un poco en Olvena el miércoles y CastillonRoi el jueves (ayer), antes de emprender camino hacia Francia otra vez, la cabeza llena de reencuentros, abrazos, sonrisas e historias. Más ligeros también de saberles felices, ilusionados y en movimiento; buscando y encontrando caminos propios. Semana de vacaciones corta, intensa y agotadora pero, por suerte, el lunes volvemos al trabajo! Continuamos un(t)raveling en el Lot-et-Garonne, el Lot y la Dordogne...

la "nostra cova" y el hospital de Sant Pau: unos viejos sitios donde amamos la vida...