Monday, March 28, 2016

Hortraveling! s02e02 "Agarring the calçots by the horns and poning us the botas"


introduceando los calçots en su exclusiva y selecta versión "cara norte".
"Bueno, la cuestión es que los calçots acabaron siendo bonitos y maduros, y al final nos los tuvimos que comer, pero se nos acaba el capítulo de hoy y no queremos pasar con prisa las fotos, recetas y demás secretos de la primera y - hasta la fecha - única calçotada ariégeoise! Para despedirnos, pues, tan solo compartiremos otra ilusión que brotó por allí entre las coles, gracias al dominio de Wallis en el arte de la encuadernación: un par de Moleskine caseros, vírgenes y - evidentemente - todavía por estrenar. Como una invitación más a empacar, coger mochilas y desaparecer por un tiempo de las pantallas radar. Que se cuiden mucho, pronto volveremos con lo prometido y mucho más..."

Muy bien. Pues sin más demora, ya que no podemos seguir así prometiendo y generando expectativas que no terminan nunca de concretisarse... Y porque estamos ya en peligro de perder su atención si dejamos pasar más tiempo aguantando este insoportable suspence digno de una película del Hitchcock... Para los que llevan desde el anterior capítulo (y desde hace más de un mes, pues) esperando la receta de nuestra querida Martutxis a.k.a délicieuse Marta, a.k.a "la cocinera de tus mejores platos" (aquí el enlace hacia su delicioso blog de cocina), aquí por fin la tienen, en catalán y en detalles:
parte de la cosecha: los hay pequeñines ¡pero los hay hermosos!

SALSA CALÇOTS
(ingredients per a 10 persones)

100 grs d'ametlles torrades i pelades,
100 grs d'avellanes torrades i pelades,
uns 25 grs de pinyons,
1 torrada de pa remullada en vinagre
(millor suau, tipus vinagre de poma),
1 torrada, sense remullar de vinagre
(o 2- 3 galetes María),

2 ó 3 nyores escaldades,

1 bitxo (pebrot picant) petit escaldat,
1 cabeça d'alls escalivats,
2-3 tomàquets escalivats,
1 pebrot vermell escalivat
(o una llauneta de pebrot en conserva),

1/2 litre d'oli verge (de Siurana),

1 cullerada sopera de pebre vermell (paprika),
i 1 cullereta de cafè de sal.


Es barreja tot bé, pensant - amb estima - en els que la menjaràn. Com que tinc robot de cuina (ens confesa la Marta), el que faig és picar primer els fruits secs ben fins, i després vaig afegint els ingredients en l'ordre que figura a la recepta... Nota: és una salsa fàcil però laboriosa perque requereix temps; certs ingredients s'escaliven (al forn precalentat a 180º, uns 45 minuts) i es pelen. Per una altra banda, s'escalden en aigua bullint la nyora i el bitxo, i es treuen les llavors. Els fruits secs es piquen ben fins... Així que ja posats, en podem fer de més, perque és una salsa que es conserva molt bé. Aquí añadimos nosotros que siempre se puede preparar más cantidad, si no es para conservar o congelar (que averiguamos que eso también funciona bastante), pues que sea porque alguién se la zampará en cantidades industriales, huntada en el pan, o directamente: a cucharadas.

y en plan cercano: hay quien diría que a estos se les ve el pelo...
Je je je! Ya puestos a preparar, que se preparen cubos, ¡venga! Es verdad que el proceso es largo, que es más largo aún haciéndola a mano con un mortero, que es una labor... ¡laboriosa! y que quien la asume puede fácilmente llegar a creer que se merece zampársela en cantidades industriales, huntada en el pan o directamente: a cucharadas. Je je je! Ya puestos a preparar, que se preparen cubos, ¡venga! Qué curioso, todo eso me suena, doblemente... 

Una vez lista la salsa, tan solo nos queda preparar los calçots: quitándoles la tierra sin demasiado cuidado, ligándolos en trensas largas con un alambre y metiéndolos sino al fuego, al menos al horno bien bien caliente: la gracia de la cocción es que se queme la piel exterior y el resto se vaya haciendo à l'étouffée, o sea, al propio vapor que se genera y se queda atrapado por dentro hasta que el calçot esté a punto de deshacer solo. Ya saben como va después: se coge por la parte verde, se moja en la salsa y se come a lo salvaje, disfrutando todo lo que se pueda y reconociendo, si hubiera algún tipo de duda, que al fin y al cabo, los Catalanes han inventado cosas maravillosas*. Dimos de probar alguna muestra representativa a nuestros queridos Gee-Jay, a modo de merecida recompensa tras una salida de escalada en Génat o por allí. También los probamos en ensalada con vinagreta: muy ricos; en sopita façon vichyssoise: excelentes; en versión minimalista con huevos revueltos: riquísimos; también en papillote con pescado al curry: deliciosos; y hasta en risotto con setas y mucha (pero que mucha) mantequilla: ¡divinos!

dos estilos y dos escuelas, para un resultado no tan diferente como se esperarían - que los puritas nos perdonen...
La nuestra conclusión: consideramos el experimento como concluyente y declaramos el calçot apto para el clima ariégeois. O el clima ariégeois apto para el calçot, como quieran. También nos parece que mola de mil maneras, aunque hay que reconocer cierto efecto secundario recurrente e independiente del modo de preparación... hum... tiende a provocar con asombrosa regularidad y preocupante intensidad... verán... fermentación intestinal... y... ¿cómo decirlo sin que suene terrible? bueno, digamos que una tendencia en los consumidores a padecer y consecuentemente sufrir eso que llaman "hinchazón". en otra palabra, unas sónoras y explosivas crisis de distensión abdominal. O sea, unos tremendísimos ataques de... ya saben... en fin: gases. Nada que justifique desaconsejar su cultivo, preparación y consumo, evidentemente. Pero a lo mejor quieren saberlo antes de lanzarse... Voilà.

Y como las alegrías nunca llegan de una en una, junto con la cosecha de los calçots, llegaron nuestros amigos los Oxalis, cuya hibernación se acabo con los primeros días de sol. Pero también nos llegaron las fresas que pulularon y se multiplicaron gracias a una política agresiva y audaz de incentivos para los estolones: reducciones de impuestos, ventajas fiscales, parcelas de tierra gratis y hasta subvenciones para quitarle el puesto a las lechugas y las rúculas! De tres pies plantados el pasado mes de abril tenemos más de diez ahora. Y las fresas prometen. Bueno, mejor dicho: las flores prometen.

entre los estolones: un par de sacos de dormir xx-de pluma, un par de esterillas xx-cómodas
y un par de fundas de bivac xx-aislantes, para dormir donde haga falta.
Bueno, mejor dicho: como nos despistemos, los lagartos se van a poner las botas. Y finalmente, como bien habrán entendido ya que esta segunda temporada de Hortraveling tiene más que ver con plantar sueños y proyectos que verduras, les dejamos para hoy con otra promesa de aventuras exóticas y de cielos lejanos, que estuvimos cosechando últimamente. La cosa avanza, el momento se acerca, los planetas se alinean y ya queda menos. Todo esto se está gestando con su ritmo propio y tomándose su tiempo. ¿Aguantaremos hasta que llegue la hora? Y cuando llegue, ¿estaremos listos? Pues seguramente: el más largo viaje se hace al andar y no hay camino, sino una primera pisada. O algo del estilo: ya veremos...

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* y NO nos referimos aquí al submarino; ni al fútbol; ni al caga tío; ni a la tradición de Sant Jordi... Ni siquiera al exquisito y artístico deporte de montar efímeros castillos humanos en las plaças mayores...

Tuesday, March 22, 2016

p.p.p.p.

(pequeños proyectos para la primavera)

¿el horror vacui como remedio universal ante el aburrimiento infinito?
Lo que tiene el invierno en el Pirineo ariégeois, es que hace mal tiempo. Y frío también. No es como en Barcelona, donde a la que hace 8-10 grados, todos andan asustados por si se les congelan las plantas de las macetas en los balcones o van los osos polares a por las bolsas de basura amontonadas en cada esquina del Gótico. No: así no es. Tampoco es Canadá, donde -15 ºC es una máxima al sol y mear al aire libre resulta ser mala idea nueve meses al año. "Entre poc i massa", com diuen allà casa nostra... Pero bueno, en fin: que algo de frío hace y pueden pasar tranquilmente varios días tristes como tigres en un trigal, envueltos en un gris uniforme que no cambia ni de tono ni de intensidad entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde. En estos casos, a uno pocas veces se le ocurre salir a la calle - y ni siquiera a fuera - a no ser que tenga alguna imperiosa necesidad de hacerlo: ir a comprar pan, tirar una postal al buzón o ir al centro cultural para escuchar una conferencia-debate titulada "el lado oscuro de Internet"*, por ejemplo... Normalmente y en la gran mayoría de los casos, uno se queda en casa no muy lejos de la estufa y (como bien hacen los aldeanos del Himalaya, sabios donde los haya - puede que la comparación le haga sonreír a más de uno) se entrega al arte mundano y pasatiempo de las manualidades indoor. Es más: hay antropólogos que consideran que por la cantidad de mantras esculpidos en las piedras redondas que se amontonan alrededor de las stupas, o por los delicados gravados que adornan los marcos de puertas y ventanas, se puede hacer una estimación bastante acertada de la duración y el rigor del invierno. Cuantas más horas se pasan los Ladakis y Nepalís recluidos en el silencio de sus casas, sepultados por la nieve, más florecen en su entorno obras de arte minuciosas y trabajos de resignada paciencia, de esos que cubren y trascienden hasta los más humildes de los artículos del cotidiano... No hay catedral de fósforos que no sea el fruto monstruoso de años de jubilación y una aplastante soledad. En otras palabras y para zanjar la cuestión: el Horror vacui como remedio universal ante el aburrimiento infinito.

el lindo gatito, maestro del chantaje emocional: "¿me vais a abandonar otra vez?"
Como habrán entendido ya, les estuvimos dedicando, pues - en la penumbra vaga de la pequeña alcoba - larga horas de reclusión/hibernación a unos cuantos pequeños proyectos de aquellos que, sin ser fundamentalmente necesarios (y tal vez ni siquiera útiles), nos permitieron esperar la llegada de la primavera con relativa paz mental y un cierto grado de entretenimiento. Dos temporadas de House of cards y unas cuantas pelis - no todas buenas, para que conste y entienda quien quiera... - también ayudaron bastante, si hay que serles sinceros. Hubo un momento en el que parecía que nos ibamos a volver locos de pasar tantos días encerrados, pero al gato le sentaba genial tenernos a su disposición 24/24 y 7/7: cuando empezamos a salir, el sol en el cielo y nosotros al vasto mundo, nos hizo la gran comedia del llanto en la escalera. Y como nos pueden fácilmente la mandra y la culpabilidad, pues más de una vez, nos quedamos! Ahora bien, sin demorarnos más, empecemos con la presentación de dichos proyectos:


1- El soporte para la compu, o "laptop stand":

De estos que os evitarán el síndrome del túnel carpiano, las garras de lorito, la artrosis cervical y seguramente muchas otras cosas como el sarampión o la obesidad... Se aprovechan trozos de cartón normal y corriente como por ejemplo alguna caja de la última mudanza y opcionalmente, papel de periódico o de aquel libro hortera que estuvo meses en el book-crossing sin que nadie se lo llevará y algo de cola para papier mâché (cola de pared o celulósica). Se cortan, pues, dos patas de soporte y dos o tres piezas transversales y se les hacen unas incisiones para encajarlas. Se puede forrar todo con papier mâché para que quede más limpio y más sólido. La idea es conseguir una estructura ligera pero medianamente rígida y con un ángulo cómodo para mirar la pantalla. Un teclado adicional es lo más de lo más, está claro. Encontrarán cantidad de diseños y ejemplos online, por si (hace) falta inspiración. Dicho eso, lo hicimos a ojo y salió más o menos guay: o bien tuvimos suerte, o es que tampoco tiene mucho secreto. Un par de horas y está la cosa hecha; con una noche de secado para el papier mâché ya se puede montar y estrenar. Proyecto ideal para calentar sin demasiada presión!
la cola de pared ; las piezas de cartón ; el rebozado de papier mâché ; el montaje y el conjunto listo pa' usar!

2- El reloj "Fire, walk with me":

Este pequeño homenaje al agente Dale Cooper y la Laura Palmer es el segundo reloj de upcycling que hacemos con una tapa de bidón de químico: el primero fue en casa de nuestro amado A. y lo podrán encontrar en una de las postales de la sección Handmade with love de este blog. Este surgió de una expedición a la isla (os acordáis de la canción "Il suffit de passer le pont"?) esta tapa de inflamable tan oxidada y corroída que parece que el mismo metal se quemó... Se aprovecha cualquier mecanismo de reloj chino y lo más difícil del proceso es hacer un agujero con taladro y broca para metal en el centro (o no tan en el centro) de la chapa. También vale la pena, aunque parece una chorrada decirlo, pintar o pegar o gravar las horas con cierta precisión porque al final, si hay que luchar y acercarse para decidir si son las tres y media o las cuatro y media, la utilidad del reloj se pierde un poco... Última opción: se puede hacer un reloj cuántico "El poder del ahora" (hicimos uno hace tiempo en Barcelona) con solo los segundos, o con la palabra "AHORA" escrita en sitios medio aleatorios alrededor del cuadrante... Poco práctico, está claro pero a la hora de sorprender a los colegas - y para gustos y colores, ¡eh!
mecanismo chino sacado de la basura ; tapa de bidón tan tóxico que casi se la come ; agente muy especial Cooper ; horas rollo blackmail.

3- El caballete para cortar la leña:

Uno de nuestros queridos vecinos, el señor de O., jubilado y simpático, hortolano emérito y ganadero de conejos, venía quejándose de su viejo caballete para cortar la leña: se encontraba medio podrido ya de llevar veinte años y más a la intemperie. Así que le ofrecimos, pues, hacerle uno nuevo con algunos de los palets que teníamos acumulados en el sótano. El señor de O. le puso una condición tan clara como estricta: que sea el nuevo idéntico al viejo, ya que aquel le convenía muy bien, de forma, de tamaño y de diseño. Una oportunidad perfecta para apagar el cerebro y copiar sin vergüenza ni recurrir a la más mínima imaginación! Nuestra única aportación al trabajo fueron los encajes à mi-bois donde se cruzan las patas y una traversa extra justo allí en medio. Material: un par de palets de tamaño estándar pero un poco fuertes, clavos y tornillos reciclados, cierra (japonesa en este caso, aunque no es ni indispensable, ni siquiera una ventaja para un trabajo tan basto), martillo, pinzas, papel de lija bien grueso y algún cincel para hacer los encajes (no son necesarios, es más para el placer de...).
la materia prima ; el modelo viejo ; las patas encajadas ; los soportes ensamblados ; el montaje acabado; los parecidos razonables.

4- Los ganchos y agujas XXL para tejer:


Hay una mitad del equipo a la que le encanta tejer gorros, cuellos y hasta calcetines de lana, cómodos, túpidos e hiper-mega-calientes. Hasta que llegue la primavera y que escalar le robe el título, tejer ha sido EL deporte oficial por estos rincones del Pirineo. Lo maravilloso de tejer es que - según cuentan - cada lana y cada proyecto requiere sus ganchos o agujas específicos, del diámetro y del largo adecuados. Ir a comprar unos nuevos cada vez no solo sería un poco consumista-pasivo, sino que también las tallas un poco gordas (desde 10mm para arriba) son muy difíciles de encontrar en las tiendas... Si lo que buscas es, por decir algo: un gancho doble de 16 mm y 30 cm de largo para hacer cuellos anchos de tunecino, pues ¡suerte! Lo maravilloso de esto es que así, la otra mitad del equipo se puede entretener horas y horas con poco más que cuatro palos y una navaja Opinel. El avellano y la haya, muy comunes por acá, dan ramas bastante rectas, flexibles y de tamaños compatibles con las necesidades de la más exigente Penelope doméstica. Ya que valen más que mil palabras, acá tienen unas imágenes (y en handmade with love, nuevamente, encontrarán más informaciones sobre del proceso de fabricación).
palos, virutas, navaja y largas veladas al lado de la estufa ; la familia Ganchito ; unas futuras agujas XXL ;
yo tengo mi ganchito en la loma ; doble cuello tunecino ; calcetín, gorro y cuello originales (y el gato supervisando el trabajo).

5- Y por fin, al volver el buen tiempo:

Pudimos salir al patio a jugar con los amiguetes. Ganas no faltaban, así que motivamos a las tropas y cambiamos las manualidades indoor por otras de roca y cuerdas... Con nuestros queridos G. y J., británicos escaladores y cat-huggers afincados en l'Ariège ; con nuestro no menos querido A. (que vive lejos pero es muy cumplidor a la hora de hacernos visitas de rutina para escalar, jugar al Catan, debatir y/o discutir) ; con nuestra no menos querida C. que supo encontrar hueco en su agenda y dejar a sus hijas y marido para 24 horas y 1 vía larga: con entusiasmo y MUCHO estilo (vean abajo). También le dedicamos algo de nuestro tiempo a hacer cositas por la huerta - aunque muy a mínima, como descubrirán siguiendo la temporada 2 de Hortraveling - y bastante más a las tareas remuneradas que todavía nos ocuparán un par o tres de meses. Saben, ¿no? Tareas de esas que se suelen llamar "trabajo", aunque a nosotros no nos gusta tanto la palabra, ya que tiende a establecer una jerarquía entre lo laboral y lo ocioso. Al fin y al cabo, todo eso es vida y pasarlo bien con amigos, sacia bastante el hambre. Al fin y al cabo, hay que comer pero del huerto también se come bastante. Etc. Etc. Después de estos p.p.p.p., llegarán unos p.m.g.v. (proyectos más grandes para el verano) y para el resto del año, pero eso es otra historia. Así que: paciencia. ¡Voilà!
la C. presumiendo de estilazo en el pasito fino del primer largo de Rio (200m, 6a): si supiera(n) lo que le esperaba en la última tirada...


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* Por extraño que les parezca, "el lado oscuro de Internet" fue una verdadera conferencia-debate en el centro cultural del pueblo nuestro, a la que acudieron unas 15 personas además de nosotros. Pretendía dar a conocer con un documental la historia del Internet libre, de la cultura hacker y de sus actores históricos desde los pioneros hasta Aaron Swartz. En el debate que siguió la proyección, la primera reacción del público (mujer de unos 50 años) fue la siguiente pregunta al presentador: "Mi modem ha dejado de funcionar anoche y ya no se abre mi mail, ¿será culpa de un hacker? ¿qué me recomienda que haga?". La segunda intervención del público (hombre de unos 35 años) fue para revelar que el Internet pertenecía a un complot de los Bilderberg que controlaban Google y nos espiaban para cumplir con su agenda de apocalipsis global. ¡Bienvenid@s en Ariège!