Friday, April 20, 2018

home(t)raveling: setmanes 40, 41... y 42



Allá al país basc (falta un enllaç aqui*...), hi vam viure tres llunes plenes, que no és poc: la del febrer i les dues del març. Per poc, no vam arribar per la del gener, ja que encara érem a casa, pelant-nos de fred mentre se'ns estava assecant el arrebossat de la saleta de baix. Hi vam passar, tot plegat, l'equinocci de primavera i ben pocs dies de sol, fins que vam decidir que ja era hora de tornar a casa...
 
(em sap molt de greu, ja que voldria seguir en català, però per desgràcia no soc capaç de fer-ho i tornaré al castellà)
 
camí d'Ítaca, un altre dia qualsevol al cor de l'hivern basc, un(t)raveling i veterinanding amb el 2c15 entre ovelles i muntanyes...

Y pues, como bien imaginarán - que muy difícil de imaginar, no es - volver a Ítaca y volverse a encontrar con una cocina así de precaria, es decir: en el rellano a pie de escalera, sin punto de agua ni pica y fregando platos en la bañera, como hicimos durante los últimos 3 meses (desde que le quitamos el agua a la cocina para poder preparar la pared 'técnica'). Aquí, hay quien dirá: "mira que hubiera sido fácil montar la pica un poco más rápido". A aquel, le contestaremos que montar la pica significa tenerla, así como el grifo. Que eso significa haberlos mirado, comparado, escogido y comprado. Que montarla significa tener listo un plan de trabajo para recibirla. Que eso significa haber decidido entre melamina barata, madera laminada, madera maciza, gránito, acero inox, resinas compositas y hormigón. Decisión que supone mirar y comparar características, robustez y durabilidad, precio, energía gris y sostenibilidad, presencia de compuestos tóxicos, volatiles y pertubadores endocrinos, ciclo de vida y reciclaje, etc.

entre 15 de noviembre y 15 de abril: la 'cocina' ANTES...
Decidirse, encargar, comprar e instalar. Resulta que para instalar un plan de trabajo en una cocina, es bastante imprescindible tener alguna estructura o mueble en el que colocarlo. Y eso supone decidirse entre elementos de cocina estándar o hechos a medida, podiendo ser unos hechos por encargos o por nosotros mismos. Y en esta decisión intervienen el mismo tipo de consideraciones que en el anterior paso, pero también entrarían el tiempo y la habilidad requeridos al contemplarse una opción casera a lo DIY... Una vez resueltas todas estas preguntas, 'tan solo' queda la realización. Eso y poner baldosas en la pared alrededor de la (famosa) pica que sal-pica. Nuevamente: modelo, material, color, tamaño, diseño, origen, pedido, entrega e instalación.

Aquí, hay quien dirá: "pero mira que hubiera sido fácil montar cualquier pica en cualquier otro rincón de la casa". A aquel, le contestaremos que sí, que era una opción. Que lo queríamos hacer y que seguimos con intención de hacerlo. Pero que para hacerlo antes, había que montar una pica en la buanderie. Con lo que había que hacer llegar y evacuar el agua en un punto de este espacio, sin tener bien bien claro qué forma y qué uso iba a tener a medio plazo (el espacio), ni dónde resultaría útil y práctico tener dicha pica en un sitio que serviría de almacén con estanterías, tendría la lavadora y un w-c, pero sería también el camino de acceso al jardín y un sitio donde, seguramente, uno se pondrá y quitará los zapatos. Pensarlo requería tiempo y no era una prioridad... También implicaba tener el suelo hecho y en su altura final para poder colocar dicha pica (que teníamos preparada desde hacía rato, de hecho). Tener el suelo hecho significaba terminar de romper la actual placa de hormigón con burinator, evacuar más o menos 3 o 4 metros cúbicos de grava y gravilla con pala y carretilla, traer y esparcer arena, nivelar, limpiar y rascar las baldosas de tierra que recuperamos en casa de nuestros queridos C. & L., colocarlas, pegarlas y juntarlas con método tradicional en mezcla de cal y arena. Y finalmente, una vez logrado todo esto, aún faltaba la intervención del lampista para conectar el agua. Siendo algo muy pequeño como para ocuparle un día (o incluso medio) y viendo lo que costaba organizar las cosas con él, suponía quemar un cartucho para algo que a la larga, no nos interesaba tanto ni era tan urgente...

pica patas arriba ; atención al detalle ; primera tanda ; zócalo vertical ; tiling masterclass with S. ; juntando la esquina ; ¡et voilà!

En fin, el propósito de este tostón de líos y árboles de decisión era ilustrar - por si fuera necesario - hasta qué punto la auto-renovación supone un Tetris® mental y un malabarismo multifactorial bastante agotadores. Eso era parte del árbol para llegar a solucionar el problema #17: "tener agua y un sitio donde fregar los platos". Así que entenderán cómo hemos podido estar 4 meses fregando platos arrodillados delante de la bañera, cuando se den cuenta de que mientras tanto, coexistían cantidad de problemas como, por ejemplo:

#05 - "estamos a 15N, hay nieve en el jardín y no hay ventanas en la salita donde vivimos"
#14 - "la ropa está esparcida en cajas, mochilas y bolsas apiladas y las pocas prendas al alcance están cubiertas de polvo, serrín o manchas de hieso"
#23 - "hace frío, solo hay una fuente de calor puntual en la planta baja y la escalera se lo traga todo hacía arriba"
#07 - "habría que encontrar una manera de gestionar la plaga de palomas que se nos está yendo de las manos"
#32 - "se amontonan los reciclables y desbordan las respectivas cajas para cartón, cristal y envases"
#11 - "mear por la noche es una epopea ya que dormimos en una tienda de campaña en la segunda planta y el w-c está en un espacio abierto de la planta baja, a temperatura exterior"
#01 - "cierto, nunca hemos pasado la segunda capa de blanco en el techo de la salita** y cuanto más tardemos, más lleno de cosas estará y más complicado será"
#18 - "hay que preparar urgentemente el dossier para la declaración de obras porque ya llevamos 10 meses acá y el ayuntamiento terminará reclamándolo"
#26 - "para poder avanzar con el cuarto de baño, hay que conseguir una sierra circular y sacar el parquet antiguo ; pero antes hay que decidir dónde irá la nueva pared ; pero antes hay que ver si..."

módulo bajo pa' recibir el futuro armario eléctrico ; isla central coloca' y colla' ya ; extractor conectao y cajones altos encarrilaos: ¡amo' bieng!

Bueno, un poco de ruido mental para compaginar con el trabajo, la salud y todo lo demás. Nada de otro mundo. Pero resulta, a estas alturas, que uno no puede realmente imaginarse desde fuera hasta qué punto es físicamente y mentalmente agotador. Te dicen "¡Qué guay! ¡Qué suerte! ¡Me encantaría, tío!" Un poco como cuando íbamos en la furgo y parecía que solo existía la foto bonita desayunando al sol en Dolomitas rollo #Instagramforever, sin las duchas de noche en medio del bosque a mediados de noviembre, con una palangana de agua tibia, tras cuatro días de excursión por allí... A ver: es cierto que ambas experiencias son 1- fruto de una decisión vital, elegida y plenamente asumida, 2- un privilegio y 3- una fuente de gran satisfacción y felicidad. Pero bueno, también tienen su contrapartida, en la que normalmente no se suele poner mucho enfoque y que es fácil de ocultar a la hora de hacer valoraciones desde fuera.... Ese, pues, era el panorama al que aterrizamos en Ítaca a principios de abril, con cierto regustín a depre inverníl. Pero esta vez recargadas las pilas, llenos de entusiasmo, con ganas de mover las cosas y empezar la segunda ronda de la fase 1 de esta pequeña Sagrada Familia nuestra. Así que a trabajar nos pusimos:

módulo bajo para recibir el armario eléctrico, acabado ; estantes a medida ; casi listo ; plantilla para alinear manijas y ¡manijas puestas!

Y, miren: mientras compartíamos este momento de sinceridad y cansancio (tan benignos como estacionales, hay que reconocer), la cocina se fue montando como por acto de magia: véan la succesión de fotos que le dan aire a nuestras logorreas. Camino de vuelta del vasco, recogimos la pica/plan de trabajo de inox y empezamos la maratón cociníl montando los módulos que llevaban semanas muertos de asco amontonados en sus cajas en un rincón. Una vez colocado, collado y sellado el plan de trabajo, tuvimos la suerte de contar con la providencial ayuda de nuestro querido S., músico, escalador y baldosero emérito: entre conciertos, gira catalana y grabación de un nuevo proyecto, vino a darnos una masterclass express de embaldosamiento! Con una buena razón de llamar al lampista y con la sierra circular que nos dejó S. entonces, aprovechamos para cortar y quitar un buen trozo del parquet en el rellano de la primera planta. Pudimos así y en este orden: limpiar y tratar las vigas descubiertas ; rellenar de aislante el espacio entre ellas ; cortar, colocar y fijar el suelo (aglomerado hidrófugo de 22mm) en "todo" el futuro pequeño cuarto de baño (1,75 x 2,90 = unos 5 metros cuadrados) y finalmente marcar en el suelo la posición del plato de ducha, el w-c y la pica. Fue entonces cuando se alinearon planetas: el lampista nos dedicó un pequeño agujero de última hora en su planning, vino a conectar la pica de la cocina y aprovechó las 2 horas que le sobraban para empezar a ubicar canalizaciones y desagües en el embrión de cuarto de baño. Pica + grifo = ¡listo! ¡Milagro! ¡It's alive, alive!

cuando "para construir, hay que empezar destruyendo", preparando, aislando y acondicionando el suelo del futuro cuartito (azul) de baño.

Dedicamos todavía un par o tres de días más a montar el resto de muebles de cocina, a preparar zócalos, tabletas y paneles embellecedores, a colocar la campana extractora y finalmente, a instalar oficialmente nuestra cocina EN la cocina: sin duda un pequeño paso para la humanidad pero un gran paso para nosotros. Hubo un sábado en el que bajamos del ático todas las cajas de cosas de cocina, platos, utensilios varios y tesoros olvidados del ajuar. Lo abrimos todo religiosamente, limpiando y ordenándo cada cosa antes de elegir cuidadosamente qué iría dónde - qué cajón, qué armario o hacia el hangar para el próximo verano - y qué iría a la Ressourcerie... para seguir viajando.

Llegó entonces este domingo 20A en el que, como tal celestial barbudo en el séptimo día de su pequeña Sagrada Familia personal, nos tomamos la tarde libre: sentados al lado de la estufa, contemplamos la feina feta ¡i ben feta!

desde el 15 de abril en adelante (aunque faltan pequeños -y no tan pequeños- acabados): proudly introducing la cocina DESPUÉS!

Sembla que aixo és tot per avui, companys
Tornarem aviat amb més noticies...
Cuideu-vos molt tots,
¡Us estimem!
F. & W.


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* acerca del enllaç que falta: el que passa aqui és que el post encara no s'ha escrit - i tampoc s'escriurà sol, tu... paciència doncs!


** acerca del problema #01: como podrán apreciar, si bien no siempre antendemos necesidades en el orden establecido, no nos olvidamos de las prioridades... En exclusiva para ustedes, con cariño, con mucho arte, con estilo y sobre todo, con pintura natural i ecológica, problema: ¡resuelto!



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